Me cuesta tanto encontrar una fuente de inspiración en los últimos días, no me puedo concentrar en lo que intento hacer, mi cabeza da vueltas en la nada, mi mente se mantiene en blanco, vacía de recuerdos, totalmente vacía, no sé si he logrado olvidar, tal vez en un intento desesperado de borrar mi memoria mi mente falló y borró mi inspiración, mi creatividad.
¿Qué musa puedo tener? si dejé al amor en el olvido, porque el amor me olvidó primero. ¿Qué más puedo decir? si mis dedos no se mueven, mi lengua está seca, y a pesar de las revoluciones en mi cabeza, no hay palabras coherentes ni pensamientos concretos, solo una maraña de tonterías que no logro comprender, son miles de vocecitas hablándome a la vez, si sólo se callaran y hablaran una por una. Quiero comprender porque me encuentro tan vacía últimamente, no siento tristeza, no siento alegría, no siento coraje, no siento nada, me he convertido en una estatua de hielo, anestesiada de todo lo que pasa a mi alrededor, ignorante de las cosas de la vida, inmóvil para descubrir cosas nuevas, sentimientos nuevos. Me he quedado sin palabras, algo que pensé que jamás sucedería, y si, puede sonar dramático, pero estoy vacía, "preferiría doler que no sentir absolutamente nada."
Quizás por fin me estoy comportando como la adolescente que soy, por fin adopté este extraño comportamiento melodramático que los jóvenes usualmente tenemos. Entre la relación amorosa que no existe y la batalla campal por convertirme en una mejor persona, he dejado de sentir, me deja de importar, siento que tengo tanto en las manos pero en realidad están vacías, tengo tantas ganas de enamorarme, pero no me quiero enamorar, quisiera crecer, convertirme en lo que quiero ser, pero ser joven para siempre, ¿acaso todo está lleno de “peros” y “hubieras”? ¿Acaso no puedo estar conforme con nada de lo que hago? ¿Me tengo que arrepentir de tantas cosas que alguna vez hice con seguridad? ¿Acaso alguien se siente de esta manera? Por supuesto que sí, soy tan humana que pienso que el maldito mundo gira en mi entorno, soy tan mundana que me convierto en una de los siete billones de personas egoístas en esta miserable tierra, soy tan pesimista que creo que me causara problemas el serlo, pero sobre todo, soy tan joven para ponerme a pensar en esto, para darme cuenta de todas las grietas que tengo en mi piel, y no, no hablo de arrugas, hablo de imperfecciones en el espíritu, hablo de mi personalidad desproporcionada e indirecta que tortura mi mente con tantas preguntas estúpidas.
Pero al final del día, nada de esto importa, no importa cuán vacía esté, no, no importa, con tal de dormir y despertar un día más, con tal de poder sonreírle a la vida aunque sea por dos segundos, aunque sea por ironía, quizás ese par de segundos valen la pena, quizás es lo que necesito para decir: no… no estoy tan vacía.